La demanda de automóviles aumentó después de que muchas personas no pudieran visitar los concesionarios debido a la pandemia de COVID-19. A pesar de eso, el negocio automotriz en Estados Unidos ha enfrentado duros obstáculos durante el último año y medio.
Al mismo tiempo, los fabricantes de automóviles no pudieron suministrar suficientes vehículos, principalmente debido a la escasez de los chips que se utilizan en automóviles, SUV, crossover y camionetas.
La escasez ha sido una bendición a medias para las compañías automotrices. Sus ingresos han sido limitados. Sin embargo, pueden obtener precios más altos por los automóviles que venden y los incentivos costosos casi han desaparecido.
De 2015 a 2017, GM vendió más de tres millones de autos y camiones ligeros en los EE. UU. Eso se redujo a 2,2 millones el año pasado.
Será un desafío para las ventas de unidades de GM superar los dos millones este año. Durante los primeros seis meses, el número fue de 1.095.013.
GM ha alcanzado su nivel de ventas de unidades más bajo en la memoria justo cuando comienza a gastar miles de millones de dólares para construir una flota de vehículos eléctricos.
La mayoría de los grandes fabricantes dicen que más de la mitad de sus flotas serán totalmente eléctricas para fines de la década.
Queda por ver si la demanda de los consumidores lo respaldará. Si no es así, las empresas de automóviles habrán desperdiciado enormes sumas de dinero.
Otro desafío que enfrenta GM es que los estadounidenses conservan sus autos mucho más tiempo que hace una década.
La edad promedio de un automóvil en la carretera superó los 12 años por primera vez el año pasado. Entre las razones están que los autos duran más y que los autos nuevos son muy caros o no están disponibles en absoluto.
Las ventas de GM en Estados Unidos podrían caer por debajo de los dos millones de automóviles y camiones ligeros en 2022. Y no hay garantía de que el número se recupere pronto.
La mayoría de los modelos de General Motors (Chevrolet, GMC, Buick, Cadillac) tienen problemas eléctricos a los pocos años de uso. En miles de casos al poco tiempo de comprarlo nuevo.
El fabricante tuvo su bancarrota y reorganización en el 2009, y no se espera nada parecido en el horizonte, pero si los futuros vehículos eléctricos que dejarían atrás a los de combustion interna, llegan con problemas, los consumidores y no tendrán compasión con el fabricante.