Mercedes-Benz y Ford son las últimas compañías occidentales en cerrar sus puertas en Rusia. Medidas que se produjeron más de ocho meses después de que las tropas rusas invadieran Ucrania.
“Confirmamos que Mercedes-Benz tiene la intención de retirarse del mercado ruso y vender sus acciones en sus subsidiarias a un inversionista local”.
“Mercedes-Benz ya suspendió la exportación de turismos y furgonetas a Rusia, así como la fabricación local en Rusia a principios de año”.
Harald Wilhelm, director financiero del fabricante de automóviles alemán, aludió el miércoles al desafiante entorno empresarial creado por el conflicto.
“Las condiciones macroeconómicas y geopolíticas continúan caracterizándose por un grado excepcional de incertidumbre, incluida la guerra en Ucrania, sus efectos en las cadenas de suministro y en la disponibilidad y evolución de los precios de la energía y las materias primas”, dijo en un comunicado sobre las ganancias del tercer trimestre de la compañía.
“Actualmente no se conocen otros efectos debido a la situación que cambia rápidamente en Rusia y Ucrania y aún no se han tenido en cuenta en nuestras cifras clave”.
Ford también dijo que completó su salida de Rusia y anunció el miércoles que vendió su participación del 49% en Sollers Ford Joint Venture.
Las acciones de la compañía se transferirán a la empresa conjunta por un valor nominal, y Ford conservará la opción de recomprarlas dentro de cinco años, “si la situación global cambia”, afirmó la compañía.
La venta se produce después de que Ford suspendiera todas las operaciones en Rusia en marzo, incluida la fabricación, el suministro de piezas y el soporte de ingeniería.
Entre otros fabricantes de automóviles, Nissan de Japón abandonó Rusia a principios de este mes, haciéndose eco de un paso dado por Toyota en septiembre.
Cientos de otras marcas estadounidenses, incluidas McDonald’s, Nike y Starbucks, han anunciado planes para retirar, reducir o cerrar sus operaciones rusas este año.
