GM sigue haciendo lo que suelen hacer, todo mal. Por lo que hace pensar en un crítico error que GM está cometiendo una y otra vez a lo largo de los años.
GM empezó a buscar su bancarrota en los 90. Las personas familiarizadas con la historia de GM saben que el problema realmente comenzó en los años 70, pero la compañía en realidad tuvo la oportunidad de luchar para hacer las cosas bien durante los años 80.
Pero no fue así, ya que la década de 1980 condujo a décadas de continuos problemas de calidad, diseños deficientes y, en última instancia, a la bancarrota del 2009.
Hoy en día GM sigue cometiendo el error de copiar diseños que funcionan para otras empresas, pero que son fundamentalmente incompatibles con la cultura corporativa de la empresa.
Sus ejecutivos seleccionan copias deficientes de automóviles extranjeros para la producción, mientras que los diseños de la compañía que parecen revolucionarios se descontinúan. Esto existe y sigue existiendo hoy en forma de cajas de basura con tracción delantera chatarra, como lo has venido fabricando.
La era donde se vislumbraba un derrumbe
Las raíces del problema se desarrollaron a fines de la década de 1970, llamada la era del malestar. Hasta ese momento, GM tenía algunas cosas bastante buenas a su favor. Tenía un conjunto sólido de motores confiables y simples que impulsaban los autos grandes de la compañía.
El Chevy de bloque pequeño se usó en varias marcas y era un bloque de hierro simple con un tren de válvulas de varilla de empuje.
La parte Buick-Oldsmobile-Pontiac (a menudo llamada BOP) de la empresa tenía el V6 “Fireball” muy sólido que se vendió a AMC. GM también tenía mucha experiencia en la construcción de motores en línea simples y confiables.
Le estaba yendo bien, pero sus autos solo obtenían 12 MPG en promedio, y llego la crisis del petróleo.
La crisis del petróleo de 1973 asustó a la empresa como un raton al ver un gato, y sus posteriores pasos en falso resultaron desastrosos. GM lo vio venir, y como hoy, no hizo nada.
Un año antes del embargo de los árabes por el tema del petroleo, la compañía tenía un grupo de investigación interno llamado Energy Task Force (ETF), y predijo que el suministro de petróleo iba a pasar por serias incertidumbres en el futuro cercano.
Esto empujó a la compañía a comenzar a buscar formas más intensas no solo de fabricar autos más pequeños y livianos, sino también de fabricar motores más livianos y eficientes.
Y ahi llegaron los grandes, y digo bien grandes, limones de General Motors, donde cada modelo pequeño que salía a la venta, se sabia que iba a ser un gran limón. Mientras tanto, los japonés de Toyota, Datsun y Honda se frotaban las manos vendiendo autos en las ciudades costeras, ya que el centro del pais, todavía seguía siendo fiel a los productos americanos.
Malos momentos
GM asumió falsamente que las empresas japonesas vendían autos pequeños de calidad, y tanto empresas como Toyota y Honda se sorprendieron.
Las importaciones, que ahora eran confiables, más eficientes y más baratas que los vehículos pesados de GM, estaban consumiendo la participación de mercado.
Para tratar de hacer retroceder las importaciones y recuperar la cuota de mercado, GM obligó a la división Chevrolet a fabricar el Vega. El Vega fe considerado como “El rey del limón”, uno de los peores autos de la historia. Para peor luego quisieron atraer un publico joven a Cadillac y sacaron el Cimarrón, otro limón de limones que fue el Titanic de Cadillac.
La compañía planeó introducir una gran cantidad de automatización computarizada en el proceso, simplificar la carrocería del vehículo, usar un proceso avanzado de protección contra la oxidación de seis estados y usar un nuevo motor de cuatro cilindros con bloque de aluminio sin camisas de hierro.
De haberlo hecho todo bien, el Vega habría sido un vehículo fiable que habría empujado a GM por delante de la competencia. Pero todo lo hicieron mal
Las luchas internas corporativas causaron muchos problemas para que el vehículo entrara en producción, pero una vez que se resolvieron, muchas de las cosas nuevas que probó no funcionaron.
El proceso de protección contra la oxidación falló y los automóviles se oxidaron demasiado rápido después de que llegaron a las manos del cliente. Para peor, el llamado innovador motor sin mangas, se deformó y agrietó, y quemó aceite o se incendió.
Se vieron autos por todas partes escupiendo humo desagradable cuando los motores se destruyeron. El Vega fue el iceberg con punta que empezó a destruir la poca fama que le quedaba a GM.
Muchos entusiastas de los automóviles compraran un Vega averiado a bajo precio y le trasplantaran un motor V8, creando un automóvil pequeño y liviano con gran potencia, pero eso no era lo que el fabricante quería. GM tenía que cambiar de rumbo, y rápido.
La empresa sabía por los informes de la ETF que no podía volver a hacer lo que estaba haciendo en los años 50 y 60, y la reputación de Vega destruyó cualquier capacidad para venderlo. La crisis del petróleo lo consolidó aún más como un fabricante de autos mediocre.
El desorden
Para salir del lío en el que se encontraba, GM tuvo que rediseñar el Vega y su hermano el Pontiac Astre. El resultado fue el H-Body rediseñado, con placas de identificación como Chevrolet Monza, Pontiac Sunbird y Oldsmobile Starfire. Un verdadero desastre de autos sin ninguna fiabilidad.
GM renunció a intentar solucionar los problemas del cuatro cilindros de aluminio, pero nadie quería comprar un vehículo con un motor que tenía tan mala reputación.
También abandonó los intentos de construir un motor rotativo Wankel. En cambio, volvió a sus raíces y compró las herramientas de AMC para el V6 “Fireball”, y finalmente produjo el Buick V6 de 231 pulgadas cúbicas.
Esto finalmente pasó a llamarse 3800 (aproximadamente su desplazamiento en centímetros cúbicos). También construyó un nuevo motor eficiente de cuatro cilindros con bloques de hierro de la forma en que solía construir motores en línea. Este motor fue apodado Iron Duke.
Si bien no es tan sorprendente y de alta tecnología como lo hubiera sido el motor de árbol de levas superior de aluminio del Vega, resultó ser un movimiento sólido para GM. Estos revisados motores de baja tecnología, impulsaron automóviles pequeños hasta la década de 1990, pero nunca con la calidad de los japoneses.
La compañía también siguió el ejemplo de los entusiastas y ofreció versiones de alto rendimiento del automóvil con motores V8. Pero nada le sirvio ante sus seguidores del medio oeste, ya que los del Oeste y Este estaban abandonando sus productos por los japoneses.
GM todavía estaba en una posición precaria. Tenía algunos vehículos mejores en producción que de alguna manera podían competir con la avalancha de importaciones de mayor calidad, pero aún no eran tan eficientes y la calidad todavía estaba rezagada.
Las presiones del gobierno para aumentar la eficiencia y reducir la contaminación continuaron enfrentándose, poniendo a GM en una situación difícil.
GM todavía estaba en el juego, pero sabía que tendría que jugar mucho más duro en la década de 1980 si quería sobrevivir.
Para hacer corto el articulo, los 80 vieron perder miles de clientes a GM, por su pésima reputación de calidad ante el avance japonés, mientras los 90 fueron un infierno que termino desatando el caos total en el 2000, con la consiguiente bancarrota en el 2009.
Traten de ver los documentales, “Roger & Me” de Michael Moore y “Who kill the EV1”.
Luego de la bancarrota en el 2009, comenzó una restructuración, cerrando fabricas y marcas, como Saturn, Pontiac y Hummer, que hoy la revivieron como un modelo de GMC eléctrico. Hace poco vendió sus marcas europeas, a precios de remate para enfocarse en la movilidad eléctrica.
Pero el problema esta en que GM es conocido por los innumerables problemas eléctricos que tienen sus automóviles. Y lo ha demostrado con el Rey de los limones de los EV, el Bolt EV, un auto eléctrico nada fiable que ya fue retirado varias veces.
Además la compañía nunca se enfoco en las minorías para captar mas clientes. Hace poco tuvo un boicot de los afroamericanos que salieron con una declaración de que Maria Barra (La CEO) y GM son racistas. Todavía están tratando de arreglar el problema.
General Motors tiene un presupuesto de publicidad de 3.5 Billones de dólares, pero para el mercado Hispano, apenas se deslizan unos 50 millones que va directo a las corporaciones de TV abierta hispanas (Sin propiedad de Hispanos), dejando a las minorías hispanas afuera.
Para mi entender, GM y sus ejecutivos son como los robots, hacen todo por los libros y no ven las inquietudes del consumidor que los esta dejando de a poco.
Si alguno me pregunta, porque el consumidor los esta dejando cuando siguen vendiendo autos ?. Es una respuesta fácil.
Venden porque tienen mas concesionarios que ninguna otra marca, mas incentivos, como dar el auto sin dejar un peso en el concesionario, pero con 72 u 84 cuotas, que cuestan pagarlas porque cuando empiezan lo problemas, nadie puede vender su auto por lo que vale, por lo que podría perder su crédito.
Hay miles de compradores de GM que se entusiasmaran llevándose un vehículo del concesionario sin dejar un dólar, pero deberán pagar para que alguien quiera hacerse cargo de las cuotas, ya que el vehículo perdió mas valor de lo que vale.
General Motors nunca tuvo un ejecutivo hispano de alto rango, solo picoteros muy por debajo, que no tenían, ni tienen, voz ni voto en nada. Y eso no va a cambiar, ni va a cambiar la falta de fiabilidad de sus modelos.