En 1940, el Gobierno estadounidense lanzó el famoso pliego de condiciones para la producción de un vehículo militar polivalente. Además de solicitar prestaciones inauditas para la época se establecieron plazos extremadamente cortos.
Sólo tres fabricantes de automóviles aceptaron el reto: la pequeña Bantam American, que hizo propuestas muy interesantes, Willys Overland, que acabó por ganar el concurso, y el gigante Ford.
Los ingenieros y técnicos de los tres constructores trabajaron a destajo para cumplir los plazos. El ritmo fue vertiginoso décadas antes de la era del AutoCAD y la inteligencia artificial: el ingeniero de Bantam Karl Probst diseñó su prototipo en cuatro días mientras que a Willys Overland entregó su propuesta en 75 días.
Entonces
El Departamento de Defensa de los Estados Unidos llevaba años buscando modernizar los vehículos de enlace en sus Fuerzas Armadas. Las motocicletas estaban demostrando ser demasiado peligrosas y había que encontrar un vehículo de cuatro ruedas que pudiese cumplir sus funciones con la misma rapidez y eficacia.
El pliego de condiciones enviado a los fabricantes de automóviles americanos imponía condiciones muy estrictas: el vehículo debía ser de tracción total, con un peso máximo de 590 Kg y poder transportar hasta 272 Kg de carga. Sólo tres constructores dieron un paso al frente: Willys Overland, Bantam American y Ford.
Bantam American era una antigua filial de la marca británica Austin que se separó de su casa matriz y se especializó en la producción de microcoches. Entre sus ingenieros se encontraba Karl Probst, que diseñó una propuesta en sólo dos días y entregaría su prototipo sólo tres meses después.
Por su parte Willys Overland presentó su propuesta, el Willys Quad, el 11 de noviembre, coincidiendo con el Día del Veterano. Tenía dos elementos que convencieron a los responsables militares: su motor “Go Devil” de 60 CV y la estructura de su tracción 4×4.
Siguiendo las observaciones del Gobierno americano, se incorporaron elementos del diseño presentado por Bantam American como el freno de mano, las ruedas de una pieza, la apertura de las puertas redondeadas, dos paneles de instrumentos circulares y la palanca de cambios en la columna de dirección.
Al mismo tiempo, para mantener el motor de 60 CV, se acortaron tuercas y tornillos y se aligeraron los paneles de la carrocería en busca del peso óptimo. Nacía el Willys MA que, tras ligeros retoques después de unas pruebas muy severas, pasó a ser el “General Purpose Vehicle”, el Jeep Willys MB.
Nacía la leyenda del Jeep, hoy desprestigiada por distintos modelos con la marca, que en su mayoría son de baja fiabilidad y problemáticos.